Atmabhava
Swami Satyananda Saraswati
Nunca intenté evolucionar, moldearme o desarrollarme. Todo ha sucedido por sí solo, pero la razón principal fue la entrada y presencia de mi gurú en mi vida. Sin él en en mi vida, la transformación nunca habría tenido lugar. Era una persona dura y sin corazón, pero por la gracia del gurú comencé a ablandarme. La asociación con mi gurú provocó este cambio dentro de mí.
Un corazón tierno
Swami Sivananda llamaba a los barrenderos y carroñeros, los alimentaba y vestía, les daba té, les lavaba los pies y me pedía que hiciera lo mismo. Mi respuesta fue negativa. Lo encontraba inútil e irrelevante para la evolución espiritual. Sin embargo, siendo su discípulo, limpiaba, cocinaba y alimentaba a los carroñeros. También fundó una colonia de leprosos para unos doscientos cincuenta pacientes detrás del Kailash Ashram a orillas del Ganges. Se me dio el deber de ir entre los leprosos y los enfermos para narrar el Ramayana, pero mi corazón no estaba en el trabajo. Mi gurú les construyó chozas con techos de paja y les dio cabras para criar porque los leprosos tienen prohibido criar vacas. Les prohibía mendigar en las calles e incluso les enviaba bidis.